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No sólo Apple XXII: Nintendo vuelve a la carga con Pokémon GO

Apple ha tenido una influencia decisiva en la industria, pero aquí recordamos a los que han colaborado de forma decisiva al mundo tecnológico en el que vivimos fuera del «jardín vallado». Esta sección aparecerá a las 9:41 am, hora del pacífico, como nuestra sección «One More Jobs» (pulsa aquí para saber por qué).

Esta vez la actualidad manda: como todos sabemos, tenemos el primer videojuego de una saga famosa de Nintendo en nuestros móviles (iOS y Android): Pokémon GO. Inicialmente sólo en algunos países (con el consecuente cambio de tiendas que se ha producido estos días), ya está disponible en muchos más sitios desde el fin de semana. Mucho hemos hablado en esa sección y otros artículos sobre la debacle de Nintendo y su incapacidad para adaptarse al mercado, y como incumplió su promesa de ofrecer un videojuego para móviles hace más de un año… ¿Es Pokémon GO el cambio de rumbo que estábamos esperando?

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Desde luego, sus efectos no se han hecho esperar: Nintendo ha subido en bolsa hasta que 10.000 millones de euros (un 58% nada menos) en prácticamente nada. Es una recuperación milagrosa de una empresa en el mercado bursátil. Literalmente millones de usuarios han descargado la app en una semana, y muchos ni siquiera pudieron esperar a que estuviera disponible en su tienda local para hacerse con el preciado software. Algunos vaticinan que no sólo marca la renovación de Nintendo, sino que marca un nuevo hito en la historia del desarrollo de apps y juegos en móviles. ¿Pero esto es cierto o es sólo hype viral muy bien organizado?

Esto hay que verlo desde dos perspectivas: la de Nintendo y la de los usuarios. Nintendo realmente no gana dinero con este juego, ya que ha sido desarrollado por la empresa que tienen a exclusiva de creación de juegos de Pokémon, The Pokémon Company, quedando Nintendo con una muy pequeña cuota por derechos, pero nada más. El beneficio real de Nintendo es doble: por un lado, como he indicado antes, su cotización en bolsa ha subido escalofriantemente (aunque sabemos que todo lo que tiene que ver con el mercado bursátil es, por definición, mutable y muy poco fiable a largo plazo), con lo que podemos entender que el «mercado» vuelve a confiar en la empresa nipona, que hasta hace cuatro días iba camino de la bancarrota. Hasta aquí todo correcto. Pero también tenemos que entender el beneficio de imagen que supone para la empresa: en los últimos cuatro años, errores como la Wii U y su enconada auto-afirmación en el mercado de los juegos de consola habían puesto en la picota a sus directivos y estrategas, que veían como todo se iba por el sumidero trimestre tras trimestre sin que pudieran, aparentemente, hacer nada para evitarlo.

Consideremos además que el juego no es de Nintendo, sólo es una franquicia muy famosa que siempre se ha vendido sólo para las plataformas de la compañía. Es evidente que si The Pokémon Company ha lanzado el título ha sido bajo el paraguas de Nintendo, sin duda (por cierto, usando el sistema de Niantic para la realidad aumentada, una empresa que también ha crecido bajo el paraguas de otro grande, Google), y que por tanto ha sido bajo su consentimiento. Esto tiene una consecuencia al menos: implica que Nintendo acepta, explícitamente, que la gama Pokémon posiblemente sufra una debacle en la Nintendo DS, ya que aunque seguirán lanzando seguramente juegos para esta consola, la popularidad del nuevo título eventualmente eclipsará a los juegos anteriores. Hoy día, todos los niños manejan como pros los móviles de sus padres, y teniendo su juego favorito en ellos, las ventas de la DS y los juegos propietarios para la misma sufrirán mucho. Por otro lado, el hype viral que se está lanzando, insinuando incluso que supondrá un antes y un después en el mercado y que todo el mundo comenzará a programar realidad aumentada y geolocalización es, cuanto menos, desproporcionado. Las apps de realidad aumentada llevan existiendo años, y de hecho fue una moda que ya terminó al menos hace un año, si no dos (la propia Niantic desarrolló Ingress, que hoy día no deja de ser una curiosidad, a lo sumo). Y la geolocalización está ampliamente difundida entre los desarrollos desde casi los inicios del desarrollo para móviles con iOS. Quieren, obviamente, dar más importancia a lo que hacen de lo que realmente tiene, pero para decir esas barbaridades no.

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Y luego están los usuarios. Es evidente que cualquier cosa que salga de Pokémon va a atraer a masas de jugadores, pero en este caso se han unido dos elementos importantes: la masificación de los móviles y la fama del juego. Esta popularidad sería inviable en Nintendo DS, primero porque no tiene tantos usuarios, y segundo, porque las posibilidades de la consola de Nintendo comparadas con la de cualquier móvil actual del mercado son irrisorias. Probablemente por eso este título salga ahora para móviles y no para la consola. Es de esperar que el follón amaine durante el verano (una buena época para lanzarlo, desde luego, porque medio mundo está donde debería estar el otro medio mundo, con lo que la búsquedas físicas de pokémons se incrementarán enormemente); en muchos sitios ya se ve a gente zombie (lo que tampoco es raro, pero ahora todavía más) con el móvil intentando localizar bichos nuevos, ayudados (donde se vende) por los extraños «relojes» para detectarlos (que hacen de Poké-Ball). Las posibilidades de los móviles probablemente aumenten con mucho las del juego en los próximos tiempos (aunque parece que hay problemas con las actualizaciones recientes de la app), desde luego cualquier acierto y fallo de la plataforma va a ser muy difundido y estará a plena luz del día, como con todas las demás apps de éxito. Aquí el problema de Nintendo radica en que los usuarios van a querer más a partir de ahora: saga de Mario, tal vez Zelda, Donkey Kong y otros famosos títulos de la marca deberán ir apareciendo si los japoneses no quieren que todo esto no haya sido un mero espejismo en el futuro a medio plazo.

En resumen, nos encontramos con una nueva moda que impactará los meses de verano pero que tampoco es ninguna novedad: como juego explota lo ya desarrollado hasta la fecha usando los famosos bichos de la bola, y los usuarios comenzarán a exigir nuevos juegos próximamente si Nintendo quiere mantener esa ilusión que ha generado este último juego. La cotización en bolsa sólo se puede mantener si se genera confianza en que Nintendo tendrá la capacidad de mantener el interés de los usuarios y, por supuesto, los ingresos. Como he indicado antes, Nintendo no gana mucho dinero real con este juego, ya que no lo desarrollan ellos, y tendrá que comenzar a generar software real para móviles por su cuenta si quieren mantener el interés del mercado. Esto deriva en una cuestión ineludible: o realmente cambian su perspectiva al mercado de los móviles o todo esto habrá servido de poco. Yo particularmente soy optimista y espero un Mario Bros para dentro de poco. No hace falta que sea la franquicia principal, me va bien con un Mario Kart. Avisados estáis, señores de la Wii.

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