Es curioso cómo funciona el temas de las patentes (del que algo sé ya que tengo dos a mi nombre). Los procesos de solicitud y aprobación son largos, complicados y, sobre todo, muy caros. Eso da lugar a cosas tan extrañas como que haya juicios por patentes que ni siquiera han llegado nunca a terminar de ser aprobadas.
Algo así pasa hoy con una patente de Apple, vetusta y legendaria que cumple unos 8 años ya desde su inscripción. El famosísimo gesto de deslizar para desbloquear y apagar, mal disimuladamente copiado por muchos rivales, fue una de tantas novedades que introdujo la revolucionaria interfaz del iPhone original.
Hoy nos llega la noticia de que el Tribunal Federal de Karlsruhe ha terminado por tumbar dicha patente, que ya fue rechazada en 2013 por un tribunal inferior. Para que una patente sea aprobada debe tener novedad (que no se haya hecho antes), actividad inventiva (que no sea obvio) y aplicabilidad industrial (que no sea inútil). En el caso que nos ocupa parece que falla en lo primero. Y es que resulta que una empresa sueca llamada Neonode Inc lanzó un telefono en 2006, un año antes que el primer iPhone, que presentaba una tecnología similar a este gesto de deslizar que tan habitual se ha hecho en nuestras vidas.
Neonode llegó a vender varias decenas de miles de teléfonos móviles antes de quebrar. Ahora la empresa se ha reconvertido en una gestora de propiedad intelectual y licencia sus patentes a terceros. El fallo sólo invalida la patente alemana, ya que aunque las patentes tienen gestiones y tramitaciones a nivel comunitario, después pueden correr distinta suerte en cada país individual.
Así que en adelante tendremos que dejar de decir eso de que Apple inventó lo del famoso gesto. Porque resulta que el mérito lo tienen unos desconocidos nórdicos. A los que, desgraciadamente no les bastó para salir adelante.
Vía: Reuters
