El artículo de hoy es tanto político como tecnológico. No sé si habéis visto el documental de producción nacional “The propaganda game”, en el que los realizadores intentan adentrarse en la realidad del país más hermético del mundo: Corea del Norte. De la mano del único español (y de los pocos occidentales) que trabaja para el gobierno norcoreano, Alejandro Cao de Benós, el documental se introduce en los recovecos más desconocidos de la vida del país oriental, y de repente surge un detalle tecnológico que me llamó poderosamente la atención.
En un momento dado, en la Universidad de Pyongyang, el reportero pasa por salas de ordenadores totalmente nuevos, de última generación, concretamente HP, y le pregunta a Cao de Benós: ¿Cómo ha conseguido el gobierno ese material tan nuevo? Por toda contestación, Alejandro le espeta: “No te lo voy a contar, es un secreto. Si los americanos averiguan como conseguimos este material harán todo posible para impedirlo”. En esta escena hay varios detalles a tener en cuenta, y no son baladíes.
Primero de todo, uno se pregunta como un gobierno pobre como el norcoreano, boicoteado por prácticamente todo occidente, ha conseguido material informático de esa calidad, en un país donde muy poca gente tiene ordenadores en sus casas y muchos menos Internet (se supone que existe una especie de “Intranet nacional” en la que se pueden ver muy pocos contenidos extranjeros). Ahora mismo China es el principal socio comercial de Corea del Norte (antes lo era la URSS, pero al hundirse el régimen comunista en los noventa, también lo hicieron los coreanos, sumiéndose en una crisis de la que parece que poco a poco se recuperan). China no es un país que en principio parezca que vaya a irse a pique, así que… ¿Realmente es China quien está proporcionando ese equipamiento? En ese sentido, otro detalle, esta vez más gracioso, es que en medio de Pyongyang ven una máquina de refrescos donde pone “Coca Cola”, cosa que está prohibida allí, pero Alejandro sale airoso indicando que en realidad la máquina es china, de segunda mano, y que ya iba con el letrero cuando la recibieron (lo que es bastante lógico por otro lado). También pueden verse un hospital y un centro de fitness bastante bien equipados con maquinaria que parece bastante novedosa. Seguramente no contarán con muchos medios de ese tipo allí, pero es evidente que los han podido conseguir.
Pero más allá de las cuestiones políticas, me parece muy relevante hacer hincapié en el detalle informático, porque me vino a la mente como hace unos años, el gobierno norcoreano sacaba una distro de Linux llamada “Red Star Linux”, que en su versión 3.0 imitaba mucho a OS X, y que parece ser el sistema operativo oficial en el país (la versión 2.0 parece ser que imitaba a Windows XP). Será un gobierno tercermundista, pero se toma muy en serio su seguridad informática interna. No son los únicos: los rusos también han realizado sistemas semejantes (los astronautas rusos manejan una versión propia de Linux) y otros países del área como China también hacen uso de importantes medidas de seguridad (casi llegan a boicotear a Apple por este motivo pero la sangre no llegó al río).
¿Por qué lo he titulado “El juego de la propaganda”? Viendo el vídeo, más allá de cuestiones ideológicas o políticas, te preguntas si realmente estamos bien informados sobre ese país. Y ya puestos, sobre otros muchos países. Si no, estamos basando nuestras opiniones o pensamientos sobre ese y otros temas nada más que en mitos y supersticiones. A nosotros nos dicen que vivimos en el primer mundo, pero no seamos tontos: en España hay cerca de unos 10 millones de personas en el límite de la pobreza, o peor, con una carestía de vida mayor que hace unos pocos años y creciendo, aunque los políticos nos digan que todo va bien y que estamos saliendo de la crisis. En un país pobre como Corea del Norte las universidades pueden permitirse equipos de buena calidad mientras que en la universidad española vemos como seguimos manteniendo equipamiento incluso de hace 20 años, con unos problemas económicos importantes y con unas tasas cada vez más elevadas. En mi artículo de hace un tiempo sobre la Educación 2.0 indicaba que estamos en un claro punto muerto. Y no sólo España, si no que en Europa en general la cosa también está bastante estancada. En USA, empresas como Apple invierte enormes cantidades de dinero (incluso donando muchos miles de iPads a estudiantes sin medios), pareciendo que a pesar también de los mitos, allí la educación se toma mucho más en serio que aquí. Tal vez deberíamos dejar de mirarnos tanto el ombligo y ver como otros, siendo más humildes, hacen más por su nivel educativo que nosotros. Lo que no deja de dar vergüenza ajena, la verdad.