La Smart Cover es, sin lugar a dudas, uno de los accesorios para iPad que más se vende. La “marca” Apple, su diseño y que se pueda encontrar fácilmente cuando vamos a adquirir un iPad la convierten para muchos usuarios en una compra casi compulsiva, sobre todo si no queremos terminar mareados eligiendo un modelo entre la inmensa oferta actual de fundas. Y eso teniendo en cuenta que no es una funda como tal, sino simplemente una cubierta para la pantalla (Apple comercializa también la Smart Case, ésta si con protección total del iPad, aunque por ahora parece que no está teniendo tanto éxito como la Smart Cover).
La Smart Cover tiene tres características fundamentales: protege la parte frontal del iPad, enciende y apaga la pantalla cuando la recogemos o extendemos y sirve como apoyo para el dispositivo tanto si lo colocamos en vertical como en horizontal.
Con el lanzamiento del iPad mini, Apple también ha creado una versión reducida de este accesorio. Y, a pesar de que todavía no tiene la misma disponibilidad que su hermana mayor, seguro que muchos clientes se decantan por ella antes de probar otras alternativas. Pero, ¿cumple sus funciones igual que la Smart Cover grande? La hemos probado y, a nuestro entender, las dos primeras, si. La tercera, no tanto.
Lo primero que llama la atención de la Smart Cover mini, al igual que cuando sacamos el iPad mini de su caja, es lo ligera que es. Otro punto importante es que Apple ha eliminado los enganches metálicos de la Smart Cover grande, o al menos los ha ocultado debajo de la superficie, lo que le da un aspecto más homogéneo y, además, evita las rozaduras.
Por supuesto, la protección de la pantalla es igual de buena, con un interior que evita que se raye el panel.
El problema viene con la “función” de soporte. En la nueva funda, al ser más estrecha, Apple ha eliminado una de las cuatro bandas replegables. Esto hace que, al recogerla, no de la misma sensación de robustez que la funda original. Afortunadamente, el peso del iPad mini es mucho menor, por lo que no necesita tanta sujeción, pero es inevitable pensar que el dispositivo tiene cierta inestabilidad. Esta sensación es todavía más evidente si lo ponemos en vertical, donde parece que es el iPad mini (gracias a sus bordes menos afilados que los del iPad grande) el que mantiene a la funda.
Como decimos, al tener menos peso, no es necesario disponer de una base tan firme. Es más, en muchos casos podremos estar bastante tiempo sujetando el iPad mini con las manos sin apoyarlo en la funda y sin que se nos cansen los brazos.
En definitiva, la Smart Cover mini es un buen accesorio, aunque no tan completo como la Cover original. Además, la reducción en el tamaño no se refleja en el precio. La versión mini cuesta 39€, solo 1 euro menos que el modelo grande.
La Smart Cover mini está disponible en 6 colores (rosa, gris claro, gris oscuro, verde, azul y roja) y, a diferencia de la versión original, solo en acabado poliuretano.
Más información: Smart Cover mini
