Después de muchos meses de estudios, recomendaciones y definición de protocolos para permitir el uso de dispositivos electrónicos en todas las fases de un vuelo, en cuestión de pocos días hemos visto cómo se han acelerado los trámites para su aprobación. La primera en dar el paso fue la FAA (Administración Federal de Aviación) de EE.UU. el pasado 31 de octubre.
Pocas horas después de esa aprobación, compañías como Delta y JetBlue empezaban a admitir el uso en vuelo de estos dispositivos (tabletas, móviles, libros electrónicos, etc.) con una única restricción: se tienen que poner en modo avión.
Ahora es EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) la que se ha sumado a la medida, aunque los cambios en la normativa no se publicarán hasta finales de este mes de noviembre. La única excepción a esta nueva norma, al margen del ya mencionado modo avión, es que los dispositivos más grandes (por ejemplo, portátiles) se tendrán que guardar durante las fases de despegue y aterrizaje para evitar accidentes.
EASA también ha confirmado que está estudiando el uso de móviles para realizar llamadas en pleno vuelo.
Ahora será cada compañía europea la que tenga que permitir el uso de estos equipos en vuelo, aunque lo más lógico es pensar que, con el cambio en la normativa, no pondrán muchas pegas.
Vía: The Verge