La semana pasada comentábamos que el cambio que había introducido Apple en su política de devolución de aplicaciones en Europa tenía un serio problema, puesto que permite seguir utilizando una aplicación una vez que se ha pedido su reembolso. También se puede dar el caso de disfrutar de un juego durante ese plazo de devolución, terminarlo y luego pedir el reembolso.
Esto supone un grave problema para los desarrolladores, que pueden dejar de ingresar dinero por ventas de aplicaciones que los usuarios malintencionados terminan utilizando.
Sin embargo, parece que este problema podría estar en vías de solución. Según informa un usuario, empezó a utilizar este sistema de devolución como un método para probar aplicaciones. Es decir, si quería ver si una app de pago le gustaba o no, la compraba, la utilizaba y, si no le convencía, solicitaba su devolución. Así con varias aplicaciones, por un importe total de 40 dólares. Apple detectó este comportamiento y, desde ese momento, la App Store le muestra un mensaje indicando que si descarga una aplicación, renuncia al derecho de solicitar la devolución.
En realidad, esta forma de actuar solo resuelve el problema a medias, puesto que Apple tiene que detectar que esta forma de actuar se repite en poco tiempo. Por no hablar de los usuarios que no borran las aplicaciones después de solicitar su devolución. Pero al menos es un primer paso por parte de la compañía. Y uno muy necesario, sobre todo para los desarrolladores.
Al final pasa lo de siempre, por culpa de algunos gilipol… pagamos todos.