Microsoft ha puesto en pre-venta la nueva generación de su tableta profesional Surface, esta vez con la clara intención de competir (al fin) con el iPad en igualdad de condiciones. Porque lo cierto es que, hasta la fecha, los de Redmond básicamente se habían limitado a sobrevolar la posibilidad y, viendo que no obtenían nada con ello, decidieron ir al campo del MacBook, cosa que tampoco han logrado. Ahora, por fin, parece que van en serio.
Surface 3 es la acomodación de la gama Surface a un mercado de usuario más ajustado a las necesidades del público en general: pantalla de 10.8 pulgadas 1.920 x 1.280 pixeles de resolución, USB 3.0 (lo que hace el equipo más grueso de lo deseable), Mini DisplayPort, Bluetooth 4.0, lector de tarjetas microSD y… Sí, no lleva teclado (aunque todas las fotos lo muestren). Lo más original de todo no obstante es el uso del nuevo procesador de Intel competencia de ARM: Atom. Y el lápiz. Que no se me olvide el lápiz…
Las anteriores generaciones de Surface tenían el principal handicap del precio y el tamaño, que son más propias del mercado Pro pero que no terminaban de cuajar. Tras el varapalo sufrido con las Surface 1 y 2, se decidieron a mostrar sus cartas con Surface Pro 3 en un claro intento de competir con los MacBook. Sin embargo, este también está siendo un hueso duro de roer ya que son aparatos muy caros para ser tablets (el modelo más asequible cuesta 799 euros), y su tamaño es demasiado grande para la mayoría de los usuarios (12 pulgadas). Además, los usuarios de PC optarán por soluciones más baratas (la mayoría de los portátiles compatibles más o menos decentes no llegan a 600 euros) y aprecian tamaños de pantalla más grandes (las 15 pulgadas es el estándar).
Sin embargo, los usuarios habituales de Apple seguramente tampoco se sentirán atraídos por el gadget de Microsoft. Primero por fidelidad a la marca, y segundo porque por precios muy parecidos al Surface Pro 3 pueden llevarse MacBook de 13 pulgadas (dentro de poco también 12 pulgadas) con Mac OS X (no Windows), con la integración con el resto del ecosistema que eso supone. Y los usuarios de iPad tenemos más o menos los mismos problemas, con el añadido de que el iPad tiene un tamaño, versatilidad y uso no profesional (aunque también lo tiene, recordemos el revolucionario acuerdo con IBM en ese sentido) que lo hace atractivo tanto para jóvenes como adultos y mayores. Microsoft sigue insistiendo en moverse sólo en el ámbito profesional cuando ese mercado ya está siendo copado tanto por portátiles estándar como MacBook. Y el usuario no profesional ya se ha decantado por iPad y Android.
Aún es pronto para saber a donde llegará la nueva iniciativa de Microsoft, pero lo tiene muy duro para llegar a codearse entre los que ya están ahí con un equipo que intenta ser un híbrido que llegue a todo. Su principal handicap es Windows, un sistema sin ecosistema más allá del software de esta plataforma de toda la vida y que la mayoría de los usuarios detestan desde hace años (y más con la versión 8). De momento, tenemos un nuevo jugador que todavía tiene que mostrar muchas de sus cartas.
Vía: MacRumors