Por fin la semana acaba y, como es habitual, en iPaderos lo hacemos con nuestro Domingo en el sofá, la sección donde podrás encontrar noticias que se salen de nuestra tónica habitual y, casi siempre, con una buena pizca de humor, curiosidades y entretenimiento.
En estos últimos años, los fabricantes de coches se están decantando cada vez más por mecánicas híbridas o incluso eléctricas al 100%. El problema de estos últimos es la duración de sus baterías, y el tiempo de carga de las mismas. Pero entre tanto híbrido y eléctrico, hay un modelo que destaca sobre el resto, y ese es el Tesla Model S. Además de ofrecer una autonomía cercana a los 500 kms, no le falta potencia, pues está disponible desde 380CV. Además, dispone de hasta 7 asientos, y mucho espacio para el equipaje.
Se están poniendo las pilas, nunca mejor dicho, ya que por si fuera poco, Tesla ha implantado en Europa una gran red de «supercargadores», donde poder recargar la batería de nuestro vehículo en unos minutos y de forma totalmente gratuita. Pero, ¿qué tal es este tipo de coche en el día a día? Sigue leyendo y descúbrelo.
En Hipertextual nos lo cuentan de forma muy amplia, aunque nosotros aquí te lo vamos a resumir. Lo primero que nos cuenta su propietario es cómo le avasallan a preguntas en plena calle, en un parking, etcétera. Se trata de un coche muy poco conocido, de hecho en España apenas he visto un par, y eso sumado a la curiosidad de la gente lleva a hacer las típicas preguntas de si es eléctrico, cuánto corre o cuánto cuesta.
El propio navegador del coche nos indica los supercargadores de Tesla que hay en nuestra ruta, haciéndonos parar en ellos si la autonomía no nos llega para realizar el viaje al completo. Aunque el coche también se puede cargar en un enchufe tradicional o en las tomas que cada vez más supermercados o parkings tienen a tal efecto, la recarga será mucho más lenta, obligándonos a pausar nuestro viaje durante unas horas para reponer energía.
El coste de la recarga en un enchufe normal y corriente de los de casa costaría unos 7 euros, sin contar una posible rebaja por las tarifas nocturnas disponibles con algunas compañías de electricidad, y haciendo la cuenta nos salen unos 1,5 euros cada 100 kms. Bastante menos que con cualquier coche de gasolina o diésel. El problema es el coste de adquisición, entorno a los 70.000 euros el precio base, bastante más caro que un coche normal, aunque con el paso del tiempo se va compensando con su bajo coste de funcionamiento.
El problema ahora mismo se basa en las baterías que la mayoría de coches eléctricos portan, pues sumamos una lenta recarga y una baja autonomía y obtenemos un vehículo no apto para quien haga viajes largos, aunque esperemos que con el tiempo se vaya solucionando. Tesla ya está poniendo de su parte para que así sea.
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