Cada cierto tiempo es la serenata que se escucha, especialmente cuando baja algo en ventas o parece tener un mal trimestre. Apple presentó un trimestre más bajo de lo normal y por primera vez vende menos iPhones que el trimestre pasado… Y claro, eso significa, sin lugar a dudas, que Apple está hundida y le quedan cuatro días.
Ciertamente, hace casi veinte años Apple estaba hundida, eso lo sabemos. San Jobs llegó y no podemos decir exactamente que la reflotó: básicamente la resucitó de entre los muertos. Ese fantasma siempre ha pendido sobre la manzana mordida y sin duda siempre ha sido un acicate para los trabajadores de la empresa. También es muy evidente que esta empresa no es ni mucho menos la que era entonces y, teniendo en cuenta, en muchos puntos empieza a ser diferente (aunque no tanto como algunos creen) de la que dejó Jobs hace casi cinco años. Pero precisamente por eso yo particularmente soy optimista respecto a su futuro.
En este artículo de 9To5Mac, Ben Lovejoy habla sobre porque el mundo financiero no debería asustarse tanto por unos malos resultados trimestrales (esperados por la propia Apple, no obstante). Para los que somos usuarios y ciertamente fans de la marca, nos preocupa que les vaya bien, porque eso significa tener fantásticos productos (de ciencia ficción para el resto del mercado en algunos aspectos) durante muchos años más. Evidentemente, una empresa como esta se preocupa de mantener a miles de empleados y unas instalaciones nuevas que en breve estarán en funcionamiento, siendo el mejor homenaje al principal fundador de la empresa.
Ahora bien, mirándolo racionalmente, tenemos que considerar si Apple está en peligro o no. Se trata de una empresa que no está precisamente en la cuerda floja, que incluso vendiendo un poco menos gana más que todo el resto y que preveía que el iPhone tendría un pico, lo que es completamente lógico. Ya he dicho alguna vez que sigo con mi iPhone 5 desde hace tres años, y planeo que continue conmigo más tiempo. No veo la necesidad de cambiar y mientras funcione bien, cosa más que probable, seguirá conmigo a no ser que por necesidades específicas lo tenga que cambiar. No he dejado no obstante de adquirir sus productos: un iPod para el sobrino, dos macs y el teclado y trackpad inalámbricos, así como varios de sus servicios y productos. Así que conmigo también han ganado dinero. Tengo claro que si puedo y tengo la necesidad, seguiré comprando sus productos, como muchísimos de los actuales clientes de la empresa. Si el iPhone tiene un pico es lo más normal, porque el mercado móvil está saturado y cuanto más duran los aparatos (una de las razones por las que me gusta esta empresa, aunque les hayan acusado injustamente de obsolescencia programada) menos se compran.
Lovejoy describe algunos puntos que aunque sean clásicos en la defensa de Apple, siguen siendo ciertos, como su capacidad de innovación, los mercados asiáticos ascendentes y la lealtad de los clientes y satisfacción con los productos. Productos. Recordemos que actualmente Apple tiene pocos productos en el mercado, decisión de Steve Jobs para conservar una estrategia de mercado realmente útil: iPhone, iPad, Mac Book, iMac, Mac Mini, Apple Watch y Apple TV, aparte de la plétora de productos menores que distribuyen. Realmente no hay más. Han cogido un sector, lo han mejorado, relanzado y triunfado en él como nadie antes. Y lo que estará por venir, que en mi opinión van a ser dos cosas al menos: realidad virtual y ¿un coche? Esto último lo tengo menos claro, pero los aparatos móviles van a comoditizarse (aunque el iPhone y el iPad sigan siendo estupendos comparados con la competencia, todos los modelos del mercado van a terminar convergiendo hasta el punto en que realmente no serán muy distinguibles), y aunque los PCs sigan siendo un elemento claramente diferenciador, la era Post-PC les afectará también en varios puntos. El Apple Watch y el Apple TV tienen mucho recorrido (y son dos elementos clave de su estrategia futura), pero no son definitorios. Es evidente que no se pueden sacar productos nuevos cada año, pero creo que pronto tendremos algunas sorpresas.
Así que sí, soy optimista, y no, no creo que Apple esté cavando su propia tumba. Tiempo al tiempo. Lo que sí es cierto es que independientemente de lo que podamos considerar, no se puede ver el fracaso por ningún sitio en la compañía. Mientras que es fácil ver recovecos sombríos y peligrosos en la mayoría de las empresas de su nivel, aquí no sólo no se ven, si no que ni se intuyen. Se pueden acomodar, sin duda, pero incluso dudo que eso pase. Seguro que si ocurre, vuelve Jobs y les da de collejas a todos…