Apple Pay tuvo su aparición en la keynote, aunque pasó bastante desapercibido. Naturalmente, sacaron pecho con el enorme éxito que ha tenido un producto con menos de un año de vida y que ha conseguido arrasar, literalmente, con toda la posible competencia en pagos móviles. Y se presentó una novedad para iOS 9 que, en realidad, no es tan nueva: Wallet.
Digo que no es nueva porque al contrario de lo que se está indicando en algunos sitios y blogs, no es una nueva aplicación, sino es el nuevo nombre de la poco conocida (al menos en España) Passbook, que recibirá nuevas funciones como almacenar las tarjetas de crédito y cheques descuento y regalo, lo que permitirá extender su uso también a otros ámbitos de pago y claro está, a la otra novedad presentada en la keynote: pagos en apps.
Como índica el gráfico a continuación, se podrá pagar en apps desde un iPhone 6 y 6+ y desde un iPad Air 2 y el Mini 3, que son los que tienen Touch ID. Pero curiosamente, se podrá pagar en tienda con el Apple Watch conectado a todos los teléfonos compatibles con el smartwatch, desde el iPhone 5 incluido. Las apps que estén preparadas para pagar directamente con el teléfono llevarán el típico botón “Apple Pay” para el pago directo de la mercancía con sólo tocar el Touch ID.
Apple está dando los pasos para convertir el teléfono en el monedero definitivo. Después de varios años de intentos infructuosos por parte de bancos y empresas de conseguir algo parecido, han tenido que venir estos señores a moverles los pies como ya hicieron otras veces. Los bancos, encantados, pero la competencia no tanto. Aquí en Europa todavía tenemos tiempo para que nos llegue (Reino Unido será el primer país europeo en julio, donde incluso podrá pagarse el bus urbano londinense con el sistema de la manzana). Los demás aún tendremos que esperar sine die. Lo que es más que probable es que cuando llegue, el actual repunte de ventas de productos Apple se incremente debido a lo atractivo del sistema. El tiempo lo dirá.