Cuando se dio a conocer la sentencia por el juicio entre Apple y Samsung, el único punto en el que la compañía coreana no salió perjudicada fue en el que respecta a la patente correspondiente al diseño del iPad (con código D’889). El jurado estimó que Samsung no había copiado dicho diseño para la producción de su dispositivo Galaxy Tab 10.1. Sin embargo, sobre esta tableta pesa una prohibición de venta en Estados Unidos desde finales del mes de junio.
Ahora Samsung acaba de solicitar que se retire esta prohibición, puesto que considera demostrado que no infringió la patente de Apple. Además, solicita que la compañía de Cupertino le compense por las pérdidas causadas por el bloqueo en las ventas. En concreto, reclama que el juzgado retenga los 2,6 millones de dólares que Apple tuvo que depositar en concepto de fianza.
En cualquier caso, la tableta de Samsung (al igual que los teléfonos) también infringe algunas de las patentes de Apple relativas al sistema operativo.
Si pensábamos que el conflicto legal entre ambas compañías iba a terminar con la publicación de la sentencia, no podíamos estar más equivocados.
Vía: The Verge
