Últimamente el sector de las tabletas está bastante revolucionado. Por una parte, las batallas legales entre los diferentes fabricantes por presuntas copias de patentes, lo que hace que algunos dispositivos no puedan comercializarse por sentencias judiciales. Por otra, la compra de Motorola por Google añade incertidumbre de cara al futuro, sobre todo a los fabricantes con modelos que utilizan el sistema Android. Además, la constatación del próximo lanzamiento del próximo dispositivo de Amazon añade un nuevo rival a la pelea (a pesar de que otros, como HP, hayan decidido retirarse de la misma).
La semana pasada se celebró la feria IFA en Berlín, momento que aprovecharon muchos fabricantes para presentar sus modelos. Pero, ¿cuál de ellos puede plantar cara al iPad?
Una de las preguntas que nos suelen hacer con frecuencia, cuando alguien está planteándose adquirir una tableta, es qué dispositivo comprar. Sorprendentemente la duda no está entre el iPad o alguna tableta con Android. No. La duda es: “el iPad o el Kindle de Amazon”.
¿Qué quiere decir esto? Sencillamente, que el usuario “medio” (entendiendo por “medio” el que no se mantiene constantemente informado de las últimas novedades, a quien el A4 o el A5 le suena a un modelo de coche y no a un chip, a quien le da igual que la última versión de iOS sea la 4.3.5 o que Google ponga a sus sistemas operativos nombres de postres siguiendo un orden alfabético) lo que quiere es un dispositivo que cumpla las expectativas y que sirva para sus necesidades. Y, en cuanto a tabletas, esta batalla la tiene ganada Apple, al menos por ahora. Muy pocos de estos usuarios preguntarán por la Galaxy Tab 10.1 o por la Blackberry Playbook. Y no hay que olvidar que, al final, el mayor porcentaje de compradores viene de este segmento de usuarios. Salvando las distancias, se puede decir que Apple ha conseguido con el iPad en tabletas lo mismo que consiguió con el iPod en los reproductores mp3: que terminemos identificando todo un sector con un dispositivo específico.
Volviendo a la pregunta sobre la decisión de compra, la respuesta siempre es la misma: “depende de las necesidades”. Si necesitamos un dispositivo para leer y, además, vamos a dedicar muchas horas a esta actividad, sin duda, la mejor elección es el Kindle de Amazon. En cambio, si además queremos disponer de miles de aplicaciones, ver películas, poder escribir, dibujar, gestionar hojas de cálculo o preparar presentaciones, etc., entonces es mejor comprar un iPad. Evidentemente no es un dispositivo perfecto. Tiene margen de mejora y funcionalidades a incorporar (y no nos referimos a un navegador capaz de reproducir contenido Flash, algo que nunca veremos en el iPad y que, por otra parte, no termina de funcionar en ninguno de los dispositivos de la competencia que si lo ofrecen). Podrá gustar más o menos la política de “control” de Apple (dejando de lado las filias y fobias de cada uno hacia Apple, Google o Amazon). Pero lo que ha conseguido la compañía es tener un sistema con un funcionamiento estable y consistente.
Desde un principio la competencia de Apple intentó destacar las prestaciones de sus modelos frente a las del iPad. Mejores procesadores, mayor potencia gráfica, conectividad, compatibilidad con Flash, etc. Sobre todo, teniendo en cuenta que, al contrario de lo que sucede con otros productos de Apple, el iPad se vende con un precio más que ajustado (de hecho, el resto de empresas se han visto obligadas a “adoptar” el mismo rango de precios, lo que les ha llevado a una situación en la que sus márgenes son mucho menores en cada unidad vendida que los de Apple, que puede negociar mejores acuerdos con los fabricantes de componentes). Enseguida se vio que las mejores prestaciones no eran un factor determinante para decantarse por un equipo u otro. Lo que ofrece Apple es un ecosistema plenamente operativo (gracias a los años de experiencia con el iPhone y la App Store) y una increíble facilidad de manejo.
Seguro que tarde o temprano llegará un dispositivo capaz de plantar batalla al iPad. Somos los primeros en pensar que la competencia es buena para todos, sobre todo para los usuarios. Por eso lamentamos la decisión de HP de descontinuar el TouchPad, un dispositivo más que interesante (sobre todo a nivel de sistema operativo), con el que la compañía no ha tenido la paciencia necesaria.
En este sentido, se espera mucho del próximo Kindle de Amazon. Después de desvelarse las características que tendrá, sabemos que trata de un dispositivo con mucha menos potencia que el iPad, aunque lo compensará con un precio también más reducido. Sin embargo, este nuevo modelo perderá la característica principal del resto de modelos de Amazon, la tinta electrónica. Es decir, pasará a pelear en el mismo segmento que el iPad, pero como decimos, con peores capacidades técnicas. Hasta ahora Amazon prefiere ganar muy poco (o incluso perder dinero) con cada lector Kindle que vende porque sabe que lo podrá compensar con los ingresos que obtiene con los contenidos (libros). El nuevo Kindle ofrecerá otros servicios como vídeo, música, almacenamiento online, etc. Habrá que ver si son lo suficientemente atractivos y la compañía sigue haciendo las cosas tan bien como hasta ahora.
Por otra parte, es de esperar que Google termine por afinar la versión de Android para tabletas. Queda por ver si Motorola se verá favorecida de cara a poder utilizar esa versión frente al resto de compañías o, por el contrario, todas parten en las mismas condiciones frente a Google.
En cualquier caso, todos los rivales intentarán conseguir parte de la cuota de mercado que disfruta actualmente Apple con el iPad. Otra cosa es cuánto tardarán en conseguirlo y en qué medida.