Es la primera interacción que realizamos sobre la pantalla de cualquier dispositivo iOS y, de tanto repetirla, seguro que ya casi ni le prestamos atención. Pero cuando Apple lanzó el primer iPhone en enero de 2007 no era un gesto tan habitual ni, desde luego, funcionaba de manera tan fluida. Ahora la Oficina de Patentes de EE.UU. ha concedido a la compañía la patente sobre este gesto, lo que significa que no podrá ser utilizado por otras empresas (a menos que paguen a Apple).
Sin embargo, esta patente se limita a territorio estadounidense. De hecho, un juez holandés invalidó la patente en ese territorio aduciendo que ya existían otros dispositivos anteriores al iPhone que implementaban esta funcionalidad.
Como curiosidad, Scott Forstall, vicepresidente de la división del sistema iOS, aparece como uno de los inventores junto con otros seis ingenieros de Apple.
Vía: 9to5Mac
