Cuando todavía nos estamos recuperando de la sorprendente reestructuración en la cúpula directiva de Apple, empiezan a surgir las primeras reflexiones para tratar de explicar el motivo de tales cambios, sobre todo, en el caso de Scott Forstall. Unos cambios que, por cierto, ya se han visto reflejados en la página corporativa de Apple (por ahora, solo en la estadounidense).
Además, Tim Cook ya ha enviado una carta a los empleados de Apple explicando la reestructuración y dando las gracias a Forstall por su contribución a la compañía (curiosamente, Browett no tiene el mismo tratamiento). También aprovecha la nota para anunciar que Bob Mansfield, que pasa a liderar el área de Tecnología, seguirá en Apple dos años más y que el equipo de Retail reportará a Cook directamente hasta que se contrate un nuevo responsable.
El despido de John Browett sorprende por el poco tiempo que lleva en Apple, apenas 10 meses desde su incorporación en sustitución de Ron Jonson. Parece evidente que no ha terminado de encajar en la filosofía de la compañía, además de que algunas decisiones suyas han sido bastante polémicas como, por ejemplo, la reducción de la plantilla en las tiendas físicas de Apple, una estrategia en la que posteriormente tuvo que dar marcha atrás. Además, su intención de centrarse más en los beneficios que en los clientes rompía con la filosofía tradicional de la Apple Stores establecida por Steve Jobs.
Aun siendo importante este cambio, sin duda es la salida de Scott Forstall la que más conmoción ha causado. Al margen de sus importantes diferencias de criterio con muchos altos ejecutivos de la compañía (se dice que Jony Ive no se reunía con él a menos que estuviese presente Tim Cook), los problemas con el servicio de mapas en iOS 6 parecen haber sellado su destino. Según algunas fuentes (entre ellas, The Verge y el NY Times), Forstall se negó a firmar la carta en la que Apple se disculpaba por las carencias del sistema. Finalmente fue Tim Cook quien puso su nombre en la carta.
De lo que no cabe ninguna duda es que su marcha afectará a la evolución de iOS. No es cuestión ahora de pensar que todo lo que ha hecho Forstall es negativo. Eso si, esperamos que las nuevas versiones abandonen el skeumorfismo (aunque para gustos están los colores). A partir de ahora será Federighi quien lidere la división iOS, mientras que Ive se encargará de dar uniformidad a la interfaz de usuario en todas las divisiones de la compañía (en este sentido seguro que salimos ganando, pues eran evidentes las inconsistencias entre diferentes aplicaciones de iOS). Por otra parte, integrar los servicios de iCloud, Mapas y Siri bajo la dirección de Eddy Cue, quien hasta ahora se encargaba de iTunes, puede dar también sus frutos.
Seguramente podamos ver los primeros efectos de esta reestructuración en la próxima WWDC (todavía sin confirmar, aunque es probable que se celebre en junio de 2013), momento en el que conoceremos las características principales de iOS 7. Una actualización del sistema que, si Apple mantiene la frecuencia de renovación actual, llegará en octubre del año que viene.