Si ayer comentábamos que Apple había conseguido que se prohíba, por ahora, la venta del Galaxy Tab 10.1 en Australia, hoy se ha sabido que una jueza estadounidense también ha dado la razón a Apple (al menos de manera parcial) indicando que Samsung infringe una serie de patentes propiedad de la compañía norteamericana. Sin embargo, la juega ha obligado a Apple a demostrar la validez de dichas patentes.
En las próximas semanas se conocerá cómo evoluciona esta demanda. Desde luego, si la jueza prohibiese la venta de dispositivos de Samsung en Estados Unidos sería un golpe muy duro para la compañía coreana. Y, lo que es más importante, habría que ver cómo afecta a otros productos que utilizan el sistema operativo Android.