Hoy hace un año (el 3 de abril de 2010) Apple puso a la venta en Estados Unidos la primera versión del iPad. Habían pasado tres meses desde la keynote en la que Steve Jobs presentó el nuevo dispositivo en público. Durante ese tiempo hubo muchas críticas negativas (algunos incluso se apresuraron a declararlo como el mayor fracaso tecnológico de ese año), dudas acerca de su funcionalidad y, en general, expectación sobre cuál sería la respuesta del público.
Un año y más de 15 millones de unidades vendidas (en realidad, Apple obtuvo esa cifra en los meses que van desde abril hasta diciembre de 2010) ya no hay dudas sobre el éxito del iPad. Stocks agotados en pocas horas, retraso del lanzamiento en otros países, plazos de entrega de varias semanas, etc.
El iPad no fue el primer tablet del mercado (Microsoft lo había intentado antes sin tanta suerte, al igual que otras compañías), pero si era el que venía acompañado del mejor ecosistema posible: una tienda de aplicaciones plenamente operativa y establecida, usuarios que no se tenían que enfrentar a un dispositivo desconocido porque ya sabían cómo funcionaba el iPhone o el iPod Touch, multitud de accesorios, etc.
Mientras tanto, la competencia intentaba reaccionar empezando a desarrollar sus productos. Anuncios de nuevos dispositivos, características técnicas orientadas a quedar muy por encima del iPad, implementación de funcionalidades que no incorporaba el tablet de Apple, … Todo muy interesante y atractivo, pero sin precisar fechas de lanzamiento o, en el mejor de los casos, a tres meses vista. Y a unos precios que, en contra de la tendencia habitual, no eran mejores que el del iPad.
Y en esto que llegó el iPad 2. Y se repitieron las colas a las tiendas de Apple y los plazos de entrega de semanas. A la competencia no le ha quedado otro remedio que rectificar y, en algunos casos, rediseñar sus productos, que estaban pensados para competir con la primera versión. Este año seguro que habrá más rivales con un alto nivel, pero Apple les lleva a todos un año de ventaja. Eso, en el mundo de la tecnología (si no te duermes en los laureles), es mucha distancia.
Por supuesto que el iPad no es un dispositivo perfecto. Tiene pegas y defectos. Pero, por encima de las especificaciones técnicas abrumadoras con las que la competencia intenta ganar mercado, están la experiencia de usuario y la facilidad de uso, las miles de aplicaciones disponibles, la autonomía, etc.
Como siempre, tratándose de Apple, habrá que estar atentos a lo que nos depara el futuro del iPad. El presente es realmente prometedor.
Imagen: Gizmovil