Microsoft presentó ayer la tercera generación de su tableta Surface. Se trata de la renovación de la gama Pro (con Windows 8.1), que llega apenas 8 meses después del lanzamiento de la Surface Pro 2. La tableta destaca por sus grandes dimensiones (pantalla de 12”) y peso (800 gramos, casi el doble que el iPad Air).
La Surface Pro 3 tiene arquitectura Intel (como la mayoría de portátiles), formato de pantalla 3:2 con resolución de 2.560 × 1.440 píxeles,
El Stylus sigue siendo una de las características estrella de la tableta, o al menos, una de las que Microsoft quiere utilizar como elemento diferenciador frente a la competencia. En esta ocasión, funciona casi como un bolígrafo, con sensibilidad a la presión y una pantalla que ignora las pulsaciones involuntarias.
Otro aspecto que ha mejorado Microsoft es el soporte trasero. Ahora ofrece mayor estabilidad y permite colocar la tableta en diferentes ángulos. Sin duda, es uno de los puntos que más llaman la atención de la tableta.
Disponible a partir de hoy en EE.UU. (en España las primeras unidades se empezarán a mandar a finales de agosto) la versión básica de la Surface Pro 3 (procesador Core i3 y 64 GB) tiene un precio de 799 euros. El modelo más alto tendrá procesador i7, 512 GB de almacenamiento y costará 1.949 euros.
¿Y la versión mini?
El que iba a ser uno de los protagonistas de la presentación, terminó siéndolo por su ausencia. Los rumores apuntan a que la compañía tenía preparada una versión mini de la Surface Pro, pero al final la terminó descartando por no ofrecer nada diferente a lo que ya hay en el mercado actualmente (sobre todo, el iPad mini Retina).
De hecho, la intención de Microsoft parece en todo momento plantar cara a los portátiles, no tanto a tabletas ya consolidadas como el iPad o la Galaxy Tab. Un enfoque que estuvo presente en todo momento durante el anuncio del nuevo modelo, con referencias claras a portátiles (incluido el MacBook Air)
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