Mucho se ha hablado de este caso, y con la impresión de que Oracle llevaba las de ganar, Google ha dado la campanada y ha logrado superar el pleito que el gigante de las bases de datos había interpuesto contra el no menos grande de Internet, dando lugar a una sentencia histórica para el mundo informático y especialmente importante también en el mundo del móvil y la tablet, ya que este juicio hacía peligrar la posición de Google en este mercado y por ende, afectaba a la de Apple, su principal competidor.
Ayer jueves, 26 de marzo de 2016, el jurado que tenía que dilucidar el caso (que viene ya de 2010) falló que Google estaba haciendo un uso correcto de la implementación de 37 APIs Java en principio propiedad de Oracle (según contratos de licencia) y que por tanto, había actuado correctamente al realizar esa implementación en el sistema operativo Android. Naturalmente, según a quien le preguntes la decisión ha sido estupenda o una gran equivocación, pero es probable que Oracle vuelva a intentarlo por otra vía ya que de momento van a apelar la decisión del jurado.
Más allá de quien tiene razón, ya que la complejidad de este tipo de problemas en realidad es más por los recovecos legales que por los tecnológicos propiamente dichos, lo cierto es que el caso de Java es muy particular. De entre los lenguajes de programación más populares, es prácticamente el único caso de lenguaje sometido a la dictadura de los derechos de autor y las condiciones legales de contratación. En su día, Microsoft decidió liberar c-sharp (el lenguaje base de .NET) y hace bien poco Apple liberó Swift, permitiendo la implementación del lenguaje en cualquier otro sistema (e incluso ayudando a que ocurra). Tanto yo como la mayoría de los desarrolladores nunca entendimos bien esa forma de plantear el despliegue de un lenguaje que Sun Microsystems creó y desarrolló y Oracle adquirió en 2010 junto con el resto de la empresa, momento desde el cual ha invertido muchos recursos en intentar tirar abajo la implementación de Google para Android, lo que podría haber supuesto la desaparición de este sistema y un descalabro importante en el mercado. Apple ya ha logrado con éxito ganar pleitos por patentes (un tema diferente del que se ocupa este juicio, no obstante), especialmente contra Samsung, que todavía intenta quitarse de encima el pago de toda la cantidad posible de dinero que adeuda (548 millones nada menos). Como se suele decir, los únicos que siempre ganan seguro con un juicio son los abogados…
Vía: AppleInsider