Si hay algo de lo que le gusta presumir a Apple (y aprovecha cada ocasión que tiene para hacerlo) es de la escasa fragmentación de iOS, sobre todo si la comparamos con Android, y del grado de adopción de la última versión de su sistema operativo para dispositivos móviles.
La última vez que lo hizo fue en la keynote del pasado 10 de junio. En la presentación, Tim Cook señaló que el 93% de los usuarios de iOS ha actualizado sus dispositivos a la versión 6 . En iOS 5 solo queda un 5% y en el resto de versiones anteriores apenas un 1%.
Este dato contrasta con el de Android, donde la fragmentación es mucho más grande. Por ejemplo, solo el 4% está en la versión 4.2.x, frente al 29% de la 4.1.x, 25% en la 4.0.x y así hasta llegar a la 1.6.
La principal ventaja que tiene Android frente a iOS es que está instalado en dispositivos de muchos fabricantes diferentes, lo que hace que tenga una mayor distribución y pueda llegar a muchos más clientes. Además, cada fabricante tiene modelos de diferentes gamas (más baratos y más caros), facilitando su acceso a usuarios con diferentes necesidades y presupuestos.
Pero es también su principal inconveniente. Cuando aparece una nueva versión de Android, se tienen que poner de acuerdo el fabricante del dispositivo y la operadora móvil bajo la que funciona el equipo (en caso de tratarse de teléfonos o de tabletas con red móvil) para probar que el nuevo sistema funciona correctamente en su hardware. Unas pruebas que suelen llevar varios meses. Esto hace que no todos los móviles y tabletas puedan adoptar las nuevas versiones de forma inmediata (en algunos casos, sobre todo los dispositivos más económicos y con peores prestaciones, ni siquiera es posible instalarlas) y que, por tanto, la fragmentación sea mayor.
Los primeros perjudicados por esta diversidad de versiones son los desarrolladores de aplicaciones, que tienen que probar sus productos en muchas más versiones del sistema y con más dispositivos. Por eso para las empresas de desarrollo resultas más rentable crear aplicaciones para iOS (además de que los usuarios del sistema de Apple estén acostumbrados a gastar más dinero en aplicaciones que los de Android).