Aunque pueda parecer sorprendente teniendo en cuenta los volúmenes de ventas (ya sea de productos físicos o de servicios) de empresas como Apple, Google o Microsoft, éstas apenas pagan impuestos en nuestro país o en otras administraciones de la zona Euro. La razón es una ley irlandesa que les permite tributar en aquel país con unas condiciones realmente ventajosas (por debajo del 2%). De esta forma, las compañías se registran en Irlanda como empresas sin estado y allí pagan sus impuestos aunque las operaciones se realicen en otros países.
Sin embargo, esta estrategia podría cambiar si Irlanda aprueba una modificación legislativa que obligará a las empresas a declarar en qué país tienen su sede fiscal. Si lo hacen en Irlanda, el porcentaje a pagar pasaría del 2 al 12,5%. Esta medida permitirá a este país adaptarse a las exigencias de la Comunidad Europea en este aspecto.
Más información: The Street (vía la cuenta en Twitter de @angeljimenez)