Por fin la semana acaba y, como es habitual, en iPaderos lo hacemos con nuestro Domingo en el sofá, la sección donde podrás encontrar noticias que se salen de nuestra tónica habitual y, casi siempre, con una buena pizca de humor, curiosidades y entretenimiento.
El agua, ese bien tan preciado necesario para poder sobrevivir, y al cual no pueden acceder millones de personas alrededor del mundo. Es fácil decir que tres cuartas partes de la tierra están compuestas de agua, pero de ahí a que esa agua sea potable, va un trecho. Es por esta razón que, una potabilizadora de pequeño tamaño y, sobre todo, barata, sería de gran ayuda en muchos lugares.
Pues resulta que un grupo de científicos de la Universidad de Stanford ha desarrollado un pequeño dispositivo que logra potabilizar el agua en tan sólo 20 minutos. Para ello, aprovechan un espectro amplio de rayos solares en el interior del dispositivo, que con un aspecto rectangular negro, tiene solo el tamaño de un sello.
Para que el proceso se lleve a cabo, es necesario introducirlo el agua a potabilizar y hacer al conjunto entrar en contacto con rayos solares. La luz visible atrae a los electrones en la capa de disulfuro de molibdeno que recubre el dispositivo. Esta, a su vez, hace estallar reacciones en el agua de las que se generan peróxido de hidrógeno y otros desinfectantes, deshaciéndose de esta forma de los gérmenes presentes en el fluido. Todo esto, en apenas 20 minutos. Aún queda tiempo para que lo veamos en el mercado, pero es sin duda un gran avance para lograr que el agua potable llegue a todos los rincones del planeta.
Cambiando de tema, seguro que alguna vez te han enviado un correo electrónico de esos que te quitan las ganas de leerlo al ver sus 20 párrafos. Si se trata de publicidad, lo mejor es eliminarlo si no nos interesa. Pero, ¿qué pasa si se trata de algo importante? En Five Sentenc se han tomado este tema en serio, y han creado una página web con la firma ideal para que la pongas en tu correo electrónico , y así todos sepan por qué todos tus mensajes tienen cinco oraciones o menos.
Sí, cinco oraciones o menos. La clave de todo es saber sintetizar nuestras ideas, e incluir toda la información que la otra persona necesita para tomar una decisión informada, pero no más que eso. Guy Kawasaki indica que el mensaje ideal debería contestar cinco preguntas fundamentales: ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Por qué me lo pides a mí? ¿Por qué debería yo hacerlo? ¿Cuál es el siguiente paso?
Está claro que si tenemos cierta confianza con el destinatario podremos omitir ciertas preguntas y utilizar ese párrafo para incluir posible información extra, pero si utilizamos este método y, además, nos guiamos por la regla de los dos minutos a la hora de escribir un e-mail, sin duda nuestro interlocutor nos lo agradecerá, así como lo agradeceremos nosotros cuando recibamos un e-mail cuyo remitente siga también estas normas.
Si no quieres perderte artículos como éste, aquí puedes leer todas las entradas de Domingo en el sofá para acabar la semana con un toque de curiosidad. Y síguenos en Facebook y Twitter para estar al día de todas nuestras entradas.