El año comienza y la semana acaba y, como es habitual, en iPaderos lo hacemos con nuestro Domingo en el sofá, la sección donde podrás encontrar noticias que se salen de nuestra tónica habitual y, casi siempre, con una buena pizca de humor, curiosidades y entretenimiento.
Las monedas, esas piezas redondas que nos permiten pagar en casi cualquier sitio, y que tan distinto valor tienen dependiendo de la divisa. A día de hoy sigue siendo el método más habitual de pago pero, ¿de donde provienen sus nombres? Euro, Libra, Dólar… nombres que utilizamos a diario, pero que quizá no nos hemos parado nunca a pensar de donde provienen. Pues según el diccionario Oxford, todos ellos tienen un origen. Y desde Hipertextual nos aclaran nuestras dudas.
El caso más claro es el del Euro, nombrado a raíz del continente europeo. Casos como el de la libra y el marco se deben a la unidad de peso, pues una moneda de una libra pesaba exactamente una libra, ocurriendo lo propio con el marco. El Zloty, la moneda polaca, toma su nombre de la traducción en su idioma de «oro», mientras que monedas asiáticas como el Yen, Yuan o Won provienen del caracter chino que representa «redondo», pero que es pronunciado de distinta manera en cada idioma, dando nombre a las distintas divisas. Aunque hablando de los países orientales, lo que es curioso de ellos son los inodoros electrónicos. ¿Te parece raro? Pues sigue leyendo para salir de dudas…
Sí, amigos. En Japón ya se están expandiendo los inodoros electrónicos. Y aunque a simple vista pueden tener un aspecto similar a un inodoro tradicional, de los de toda la vida, pueden llegar a costar 3.000€, e incorporar una serie de funciones que te dejarán con la boca abierta.
Luces LED, chorros de agua con temperatura y presión a gusto del usuario o calefacción son algunas de las funciones disponibles. Aunque la básica y que incluyen todos los modelos, es el ya conocido chorro limpiador, tanto para el usuario como para la taza. Por supuesto, todos los ajustes son variables por el usuario a su elección, faltaría más en un inodoro con más funciones que un coche utilitario medio, y por un precio que asusta. Aunque considerando que hay modelos que incluso miden la grasa corporal o el nivel de azúcar en la orina, habrá gente a la que le sobren unos cuantos miles de euros para instalar uno en cada baño de su casa. Y es que, según dicen, una vez lo pruebas no quieres otra cosa.
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