En los últimos meses Apple ha iniciado una campaña de control y mejora de las condiciones laborales de las personas que trabajan en las empresas proveedoras de la compañía estadounidense. Una de estas empresas, quizás de la que más se ha hablado últimamente, es Foxconn. El pasado mes de febrero Apple pidió a la FLA (Fair Labor Association, organización internacional que denuncia la explotación laboral) que inspeccionase las instalaciones de la compañía china. Además, Tim Cook, en su reciente visita a China, estuvo también en una de las fábricas de Foxconn.
Esto ha obligado a la empresa asiática a mejorar, al menos ligeramente, las condiciones laborales de sus trabajadores. Entre otros aspectos, los empleados no podrán trabajar más de 49 horas semanales ni pasar de las 36 horas extras mensuales. También se ha subido el salario para intentar compensar la disminución en los ingresos que percibirán a partir de ahora al realizar menos horas.
Pues bien, estas mejoras no han sentado nada bien a muchos de los empleados, que se quejan de que van a ganar menos dinero. Era práctica habitual que los trabajadores metiesen bastantes horas extras para aumentar sus ingresos, aunque eso supusiese tener jornadas de trabajo auténticamente maratonianas. Algunos ahora reclaman poder realizar al menos 60 horas extras mensuales.
En China los trabajadores no se pueden asociar en sindicatos, con lo que parece complicado que puedan cambiar ahora las nuevas condiciones establecidas por Foxconn.
Vía: Reuters
