Tradicionalmente, Apple siempre ha sometido a aprobación las apps subidas a su tienda tanto en iOS como en Mac, realizando un control bastante estricto de lo que los desarrolladores suben y como lo suben. Siempre es posible que se cuelen cosas, pero por regla general funciona bastante bien. El problema con este sistema es que las apps pueden llegar a demorarse en su aprobación hasta una semana en el peor de los casos, lo que puede ser un quebradero de cabeza para los desarrolladores.
Según informa Bloomberg, Apple estaría (de forma no oficial de momento) acelerando los procesos de aprobación hasta dos días en el caso de iOS y 1 día en el caso de Mac (lo que es lógico porque hay menos aplicaciones implicadas), lo que garantiza que las actualizaciones se puedan realizar en mucho menos tiempo, sobre todo si es necesario para solucionar problemas importantes. Esta nueva política es beneficiosa para programadores y usuarios, y ayuda a tener una tienda mucho más dinámica en muchos aspectos.
Para subir una app a la App Store, el desarrollador debe pasar por unos estadios concretos a los que obliga Apple para cualquiera de las aplicaciones, que hay que reconocer que son estrictos, pero al menos en mi opinión, necesarios para mantener una calidad en la tienda. Primero de todo, sólo pueden subir apps los que se suscriban a la plataforma de desarrollo de Apple (antes se dividía en iOS y Mac, y ahora está unificado junto con el desarrollo para Apple TV). Esto viene a costar unos 100 euros al año (menos si eres una empresa, por las rebajas del IVA), y eso ya evita que mucho programador desaprensivo se líe a enviar apps basura a mansalva como de hecho ocurre en la Play Store de Google (llevan años intentando controlarlo infructuosamente, pero dado que no realizan ningún control a priori, es difícil solucionar un problema como este de otra manera). La suscripción no garantiza la subida, ya que primero hay que generar los correspondientes certificados y aprovisionamientos, que son la parte más árida y complicada de todo el asunto. Una vez hecho esto, debemos firmar con esos certificados las apps (los aprovisionamientos, con la integración de TestFlight, son cada vez menos necesarios; esta integración ha sido todo un acierto, por facilidad y utilidad a la hora de hacer las pruebas). Finalmente, una vez que tienes tu flamante app firmada, tienes que subirla a la Store con Xcode y esperar a que sea aprobada. Te la pueden tirar abajo por toda una serie de factores que están perfectamente documentados, y si pasa todos los controles, será publicada y los usuarios podrán descargarla o comprarla. Parece muy lioso, pero en opinión del que suscribe, es un proceso necesario (que van simplificando con el tiempo). Es de esperar que esta nueva forma de aprobación se oficialice próximamente.
Vía: 9To5Mac