Al margen de las primeras imágenes de iOS 8 y OS X Yosemite, el avance de funcionalidades y sorpresas de última hora como Swift, el gran protagonista de la keynote del pasado lunes fue, sin duda, Craig Federighi. No es la primera vez, ni mucho menos, que el vicepresidente sénior de software de Apple se sube al escenario en una presentación de la compañía, pero en esta última ha demostrado que cada vez tiene un mayor control de la situación, sintiéndose realmente cómodo en su papel de maestro de ceremonias. Incluso el propio Tim Cook le llamó Superman por el tiempo que estuvo al frente de la keynote.
Apple ha cambiado mucho desde que no está Steve Jobs. No decimos ni a mejor ni a peor. Simplemente es diferente. Y eso se nota también en las keynote. Hemos pasado de unas presentaciones en las que Jobs estaba sobre el escenario la mayor parte del tiempo, a otras en las que el protagonismo está más repartido.
Las presentaciones con Steve Jobs
Steve Jobs se encargaba personalmente de arrancar y finalizar la keynote y, sobre todo, de presentar los productos más destacados. Y lo hacía cuidando hasta el más mínimo detalle, como la hora que aparecía en la pantalla de los dispositivos o que fuese él quien sujetaba el equipo en la primera imagen nítida de cara al público. Todo parecía natural, espontáneo, pero en realidad detrás había muchas horas de ensayo, repitiendo una y otra vez la presentación hasta conseguir el efecto deseado.
Con su desaparición surgieron las dudas, no solo sobre el futuro de la compañía, sino también sobre el formato de las presentaciones. Un aspecto menos importante que el primero pero que, teniendo en cuenta que Apple limita cada vez más sus exposiciones públicas, no deja de ser una forma de calibrar el estado de la empresa en cada momento.
Desde un principio quedó claro que, en este sentido, Tim Cook no era Steve Jobs. Y, ¡ojo!, tampoco tiene por qué serlo. Cada uno tiene sus características propias y puntos fuertes. De hecho, si mientras Jobs estuvo al frente de la compañía vio en Cook a un complemento ideal (y a su mejor sustituto), por algo sería.
Como decimos, el fuerte de Cook no son las presentaciones, aunque también es verdad que ha mejorado mucho desde la primera que le tocó dirigir. Él es consciente de eso y reduce bastante su presencia en el escenario, limitándose a abrir y cerrar la keynote (con sendos discursos, en los que se le ve cada vez más suelto) y a hacer la transición entre productos. Por ejemplo, el pasado lunes apareció entre los anuncios de OS X Yosemite y iOS 8.
Forstall tuvo su momento
Cook deja que sean sus más cercanos colaboradores (no lo olvidemos, vicepresidentes sénior de la compañía) los que se encarguen de presentar los productos. Y cada uno encargado de su especialidad. Por ejemplo, al principio era Scott Forstall el que se subía al escenario para hablar de iOS, pero esto se acabó con su despido en octubre de 2012.
Forstall parecía destinado a ocupar el papel de Jobs, no tanto como CEO de Apple (aunque hubo quien lo insinuó), sino como el encargado de llevar el peso de las presentaciones. Muchas veces tendemos a pensar que el CEO tiene que ser buen gestor y buen comunicador, pero con Cook se ha demostrado que esto no tiene por qué ser así. Él se dedica a dirigir (en mi opinión, muy bien) la compañía. El brillo de las presentaciones se lo deja a otros.
Y entonces llegó Federighi
El caso es que después de la marcha de Forstall volvieron a surgir las dudas sobre las keynote. El papel protagonista volvía a estar difuminado, con la presencia sobre el escenario del propio Cook, Eddy Cue, Phil Schiller y Craig Federighi. Jonathan Ive (claramente, el gran triunfador en la lucha interna dentro de la compañía que provocó el despido de Forstall) nunca ha querido tener demasiado protagonismo en directo, y sus apariciones se limitan a los ya famosos vídeos de presentación de productos que forman parte de la seña de identidad de Apple.
Como decimos, Federighi fue uno de los llamados a aparecer en las presentaciones. Y, la verdad, cada vez se le ve más suelto en el escenario, bromeando (aunque siempre dentro del guión), sabiendo perfectamente qué hacer en cada momento e incluso saliendo sin dificultad de las situaciones en las que se atasca ligeramente.
Las presentaciones siguen estando ensayadas al máximo. Por ejemplo, cuando el pasado lunes Federighi llamó a Dr. Dre, tenía un guión con lo que tenía que decir en cada momento. Pero incluso en eso se le nota la soltura.
Pero, ¿quién es Craig Federighi?
Federighi es el responsable de ingeniería de software dentro de Apple y, por tanto, supervisa el desarrollo tanto de iOS como de OS X. Una de las líneas marcadas por Cook después de la reorganización de la junta directiva de Apple en 2012 fue la de trabajar de forma conjunta, con una meta común, pero también con conceptos similares en cuanto a diseño y funcionalidad, algo que con Forstall (que mantenía el desarrollo de iOS como algo aislado del resto) era imposible.
Se da por hecho que la relación entre Federighi y Ive, otro de los hombres fuertes de Apple, es buena. Craig se encarga del desarrollo y Ive de definir las interfaces de los sistemas y aplicaciones, con la intención de que sean reconocibles e identificables por el usuario, pero al mismo tiempo fáciles de utilizar. Su trabajo, como vemos, está estrechamente ligado. Incluso da lugar a bromas como ésta:
El humor es, precisamente, una de las constantes en las últimas keynotes de Apple. Jobs también tenía sus momentos (algunos inolvidables), pero a la nueva Apple le ha costado un par de presentaciones recuperar el buen humor. Ahora parece que incluso disfrutan en el escenario. Y el máximo exponente de esta forma de estar es Federighi, con actuaciones estelares como en la que salía compitiendo en un juego de carreras de coche contra un contrincante disfrazado de piloto o aquella otra en la que aparecía su apodo en Game Center: “Hair Force One” (en referencia a su famoso tupé).
Federighi trabajó en NeXT, la empresa fundada por Jobs después de su salida de Apple. Depués de un breve paso por Apple, se fue Ariba (empresa de servicios informáticos) donde estuvo 10 años para, después, volver a Apple. Era 2009.
Al principio se encargó del desarrollo de Mac OS X. En 2011 lo nombraron vicepresidente de ingeniería de software de OS X y en 2012 pasó a ser vicepresidente sénior. Con la salida de Forstall asumió también la parte de iOS.
Imágenes: The Telegraph | Business Insider | Forbes | VentureBeat | iDB
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