Uno de esos anuncios que siempre pasan desapercibidos en las keynotes del WWDC de todos los años pero que siempre terminan teniendo una importancia relevante en el futuro del comportamiento de nuestros iCacharros fue, este año, el “Deep Link” o enlace profundo, un préstamo de la web que llega a iOS. Y sí, para los que piensen en que es una copia de lo que ha hecho Google podemos decir categóricamente que no. Ahora veremos porqué.
Hace un par de semanas hablábamos de que Google había extendido su API de Deep Linking de Android a iOS para dar la posibilidad a su buscador de poder usar las apps como nuevos sitios web que fueran “buscables” desde Google Search. En su momento hice la crítica al producto como poco interesante para los desarrolladores en general porque la mayoría de las apps no tienen o no generan valor en ese contexto. Esto sigue siendo relativamente cierto en este caso, pero con una salvedad que es crucial: mientras que el Deep Linking de Google está orientado a la web, el de Apple está orientado al dispositivo. Como veremos a continuación, esto no es trivial, y supone una diferencia bastante más importante de lo que parece. En este contexto, las apps sí pueden generar valor ya que no es información lo que se busca: es funcionalidad.
iOS y Android gestionan las aplicaciones de forma bastante diferente. iOS es un sistema completamente aislado que protege a la app e impide accesos externos excepto por los cauces que la propia app permite expresamente (algo así como COM de Windows, para los más técnicos, en el que la aplicación muestra interfaces específicas que pueden ser manipuladas desde fuera, pero nada más). Android sin embargo funciona de forma totalmente distinta: no existe una aplicación per se, sino que lo que denominamos app es en realidad un conjunto de pequeños subprogramas llamados actividades que funcionan de forma coordinada pero independiente unos de otros, de forma que el sistema permite llamarlos por medio de un esquema de URL y permite su manipulación, por ejemplo mostrando una actividad de una app como Twitter desde otra. Aunque esto ha tenido que ser remodelado en las sucesivas versiones para aumentar la seguridad, es un coladero: cualquier app puede, virtualmente, acceder a otras, comunicarle datos y ejecutar su contenido, visiblemente o no. Hacer Deep Linking en Android es bastante sencillo, aunque eso no es muy aprovechado por el propio sistema. De hecho, Google básicamente ha pasado de puntillas y fieles a su rollo, básicamente lo han utilizado de forma evidente sólo en el buscador con la API antes mencionada.
Como decía antes, la diferencia fundamental es que mientras que Google orienta el Deep Linking al buscador de la marca, Apple ha decidido que el proceso se realice sólo de forma específica dentro del sistema, fundamentalmente dentro de Spotlight, el buscador del sistema operativo, que permite buscar contenido que explícitamente las apps permitan localizar. Esto quiere decir que la diferencia fundamental es que Apple ha orientado el proceso al usuario y Google a su buscador. Las implicaciones de esto son diversas: en iOS, las apps pueden optar por permitir localizar zonas de su contenido al buscarlas. Por ejemplo, imaginemos que un usuario está en el escritorio y quiere acceder al listado de servidores de su app de Parallels de gestión de máquinas de servicio. Para hacer eso tendría que ir a la app y pulsar en la solapa correspondiente que le lleve a ese listado. Pero con la nueva función, si los desarrolladores de la app quieren, puede hacerse que, estando en otra app, por medio de los acoples que se implementarán en iOS 9, un usuario pueda hacer una búsqueda desde la barra de notificaciones o el centro de control, buscar “server list” (por poner un posible ejemplo) y aparecerá una opción de la app de Parallels que permitirá el acceso directo. Después, se podrá volver a la aplicación anterior por medio de un botón en el mismo centro de control o de otras maneras. Esto, que en la implementación de Apple tiene sentido, no lo tiene en la de Google, que ha orientado su Deep Linking a la búsqueda web.
Por supuesto, con el nuevo sistema se podrán buscar recetas como en los ejemplos que se dieron en la keynote u otros tipos de informaciones. Será posible preguntar a un juego cuanto tiempo queda para poder atacar a otro usuario o cuanto tiempo le quedan a mis gallinas para poner los huevos. Así mismo, se podría llegar a usar Siri para esta misma función, ya que la comunicación de datos permitirá preguntar a las apps por medio de las respectivas interfaces y que estos respondan a su vez. Aunque esto no es una función actualmente determinada por Apple. En todo caso, el Deep Linking permitirá en las próximas versiones del sistema localizar y gestionar información de forma más eficiente y permitirá acceder a las apps de forma más inteligente que hasta ahora. Eso sí, todo esto depende de que los desarrolladores incluyan esta función en sus apps, pero lo más probable es que se haga y en toda una gran variedad de situaciones. Y algo que es importante desde mi punto de vista: nuestra información no sale del dispositivo, como sí pasa con la API de Google. Esto puede no parecer relevante pero lo es y mucho. En los próximos años veremos que este tipo de funciones serán determinantes para mejorar la usabilidad del sistema. El problema que tiene Google para clonar algo como esto es que dado que las nuevas versiones del sistema son adoptadas muy lentamente y requieren de que las apps sólo funcionen en ese sistema, la llegada de este tipo de funciones a los usuarios será mucho más lenta y dificultosa, siendo un obstáculo para que los desarrolladores las implementen. Veremos con el tiempo como terminan desarrollándose los acontecimientos, ya que funciones como estas amplían las diferencias entre sistemas hasta puntos en que es difícil determinar en el corto plazo. Pero desde luego, será una ventaja de iOS sobre su competencia sin duda alguna.
