InicioCompetenciaNo sólo Apple LXIX: Firefox OS, querer y no poder

No sólo Apple LXIX: Firefox OS, querer y no poder

La gran decepción en sistemas móviles en los últimos años sin duda ha sido Firefox OS. El que parecía la gran esperanza blanca sobre todo contra Android se quedó en agua de borrajas y ahora mismo lucha por mantenerse con vida en los Smart TV. Intentar entender porqué algo tan prometedor se fue al garete requiere poco esfuerzo, sobre todo porque se veía venir.

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Boot To Gecko era la apuesta de la Fundación Mozilla para intentar conseguir un sistema basado en web (que es lo que les mola) en los móviles, especialmente en la gama baja (por eso realmente su competencia era Android, no iOS, con quien no iba a competir nunca porque su mercado iba a ser el móvil de bajo rendimiento y precio ajustado). Las grandes telecos como Movistar (Telefónica), Deutsch Telecom y multinacionales como Samsung invirtieron en el proyecto, incluso llegaron a producir, en beta, versiones del sistema (yo tuve algún modelo de Movistar en la mano en su día, hace ya como tres o cuatro años), y parecía que la cosa iba a ir viento en popa, que podrían algún día desembarazarse de la presión del robotito y que Google pasaría a la historia en algún momento… Pero a día de hoy, todo eso se ha quedado en puro humo. Ni tenemos competencia a Android en la gama baja ni nuevo sistema operativo, pero ¿por qué?

Le echan la culpa a WhatsApp, que no quiso adaptarse (en aquellos tiempos ni siquiera habían sacado una versión web ni parecían tener intención). Al ser la plataforma de chat más popular, el que no estuvieran integrada en la nueva plataforma era un serio revés. En eso estamos de acuerdo. Pero, ¿era culpa de WhatsApp? Esta aplicación es una más de los millones de aplicaciones que existen en el mercado y ellos no tienen que, si no quieren, ir a una plataforma lo diga César Alierta o Trump, por decir algo. El fracaso de Firefox OS no proviene de que una app, por muy popular que sea, no quisiera transicionar al nuevo sistema. El fracaso de Firefox OS viene de algo mucho menos inquietante y tal vez algo más prosaico: los desarrolladores no le mostraron ningún apoyo. WhatsApp fue una app que no quiso entrar, pero como esta, no quisieron entrar un montón más. El problema principal estaba en que si tu no tenías una app ya realizada en formato HTML (como sí la tienen Twitter o Facebook), formato de app de Firefox OS, realizar una versión web de algo que probablemente incluso no pueda realizarse ventajosamente en un contexto híbrido es una inversión demasiado grande para hacerlo sin garantías. Ese, y no otro, fue el problema. Pero pasó algo parecido con Windows Phone: los desarrolladores no quisieron portar sus apps al nuevo sistema, sin garantías de que podrían obtener una rentabilidad siquiera a medio plazo. Al estar Microsoft detrás las grandes empresas sí hicieron el esfuerzo, pero la multitud de pequeños programadores que realmente dan vida a las plataformas (seguramente estamos hablando de más del 80% de las apps que hay en las tiendas) no quisieron saber nada del asunto y ya sabemos en qué ha desembocado. Con Firefox OS estaba aún más cantado.

Así que no, no fue ni un problema tecnológico ni un problema de WhatsApp. Simplemente no hay mercado para sistemas nuevos. Llegaron tarde (tanto Firefox OS como Windows) y no pudieron hacerse hueco. Apple y Google se dieron cuenta de que una de las cosas principales que tenían que hacer era mimar a los programadores, porque sin ellos sus sistemas fracasarían. Firefox OS es la prueba de ello. Quisieron intentar aprovechar el hype que produce el software libre (cada vez menos, todo sea dicho de paso). Podemos buscar chivos expiatorios donde queramos, pero no hay más gaita que la que suena. Y el problema no es sólo ese: con la debida inversión se podría haber intentado mitigar, aunque reconozcamos que era difícil. El problema principal está en que en realidad, no parecía que hubiera interés en crear un sistema realmente exitoso. Siempre dio la sensación de que era algo que se hacía como un experimento, y como experimento está bien, pero nada más. Firefox OS y Windows demuestran que ya no cabe nadie más en el mercado móvil, y seguramente seguirá siendo así en adelante. Triste, lo sé, pero más triste es echarle la culpa a WhatsApp de algo que es más fácilmente explicable con la desidia.

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