Si las previsiones se cumplen, el próximo 10 de septiembre Apple celebrará una keynote para presentar sus nuevos productos. Un evento en el que se espera el lanzamiento del iPad 5 y la actualización del iPad mini. Sobre el primero, todos los rumores apuntan a un rediseño con el aspecto exterior de su hermano pequeño. Las dudas surgen cuando hablamos del iPad mini.
En las últimas semanas hemos oído comentarios de todo tipo. Desde un iPad mini con pantalla Retina (sin duda, la noticia esperada por todos), pasando por un retraso de esta versión, hasta el lanzamiento de dos modelos: uno Retina y otro más económico similar al actual pero con mejoras a nivel de procesador y batería.
Sería precisamente este último movimiento (o mantener el modelo actual con un precio más reducido, al estilo de lo que hace la compañía cuando lanza un nuevo iPhone) el que más preocupa a los fabricantes asiáticos de tabletas. Unos dispositivos que, habitualmente, se venden a un precio muy bajo, a costa, eso sí, de ofrecer una menor calidad. Por eso, el iPad mini actual con un precio más bajo supondría una dura competencia para estos fabricantes, que perderían el único factor determinante para que un cliente se decante por su producto frente al de Apple.
Algunos analistas consideran que el desarrollo de tabletas ha alcanzado ya su nivel de madurez y que las mejoras en estos dispositivos se reducirán a cambios a nivel de procesador, diseño, cámara, pantallas táctiles, Sinceramente, creemos que las tabletas todavía tienen espacio para la evolución, al margen de que las futuras mejoras en todos estos aspectos mencionados darían como resultado dispositivos completamente nuevos.
Cuando apareció el iPad mini, IHS iSuppli estimó los costes de fabricación del dispositivo en 188 dólares (sin sumar inversiones en I+D, marketing, etc.), muy por debajo de los 329 $ que cuesta la tableta en EE.UU., lo que dejaría a la compañía un amplio margen para reducir su precio.
Vía: DigiTimes