Mientras Apple sigue intentando resolver un conflicto que ella misma ha creado con una errónea política de aprobación de widgets, sigue habiendo problemas en la App Store que están presentes prácticamente desde su lanzamiento. Probablemente, uno de los más sangrantes sea el sistema de búsquedas, que hace que sea más fácil encontrar una aplicación vía Google que desde el propio servicio de la App Store. Otro, en parte favorecido por el punto anterior, es la falta de escrúpulos de algunos desarrolladores.
No es la primera vez que vemos aplicaciones que no cumplen con lo que indican en su descripción o, sencillamente, se aprovechan de un nombre de otra aplicación famosa para ofrecer un contenido completamente diferente. Uno de los más claros es este falso Halo 4. Pero lo que más abunda es el clonado de aplicaciones. Es decir, desarrolladores que se aprovechan de una aplicación de éxito, cambian ligeramente el nombre y los gráficos (a veces, ni eso) y publican su app dispuestos a quedarse con una parte de los ingresos de la aplicación original.
Estamos hartos de ver clones de Angry Birds o Flappy Bird, por citar solo dos ejemplos. Pero esto no solo afecta a los juegos. También lo hace con las utilidades.
En un artículo publicado ayer en su blog, el desarrollador Steven Barnegren, responsable de la aplicación Translator Keyboard (enlace iTunes), cuenta cuál ha sido su experiencia al respecto.
A principios de octubre, Barnegren publicó su aplicación en la App Store. Se trata de uno más de los muchos teclados de terceros que han hecho su aparición desde el lanzamiento de iOS 8, solo que en este caso con una funcionalidad diferente: permite traducir a otro idioma el texto que escribimos con este teclado.
Todo parecía ir bien. Reseñas en destacados blogs, aparición en la sección de destacados de la App Store, aumento considerable en el número de descargas y, por tanto, en los ingresos (la aplicación cuesta 1,79 €). Pero, de repente, las descargas se redujeron a la mitad. ¿Qué había pasado?
Es normal que con el tiempo, y a falta de novedades importantes, las aplicaciones bajen en el número de descargas. Pero no lo es tanto que lo hagan en esta proporción. Investigando (no mucho), Barnegren descubrió que había otra aplicación nueva en la App Store con un nombre similar: Translator Keyboard Universal (enlace iTunes). No solo eso. El icono también era sospechosamente parecido. También la pantalla de inicio. E incluso parte de la descripción de ambas aplicaciones coincide.
Translator Keyboard:
Translator Keyboard allows you to write in another language straight from your keyboard! It’s quick and easy to switch between translator keyboard and your normal keyboard. You can use translator keyboard in any app – write text messages, send e-mails, or translate your text to another language anywhere anywhere you like. Choose from over 40 languages to translate to!
Translator Keyboard Universal:
This application allows you to write in another language straight from your keyboard! It’s quick and easy to switch between translator keyboard and your normal keyboard. You can use translator keyboard in any app – write text messages, send e-mails, or translate your text to another language anywhere anywhere you like. Choose from many languages to translate to!
Que puede ser que el texto sea sencillo, pero es que son ¡iguales!
El problema para Barnegren es que los usuarios, al hacer la búsqueda por Translator Keyboard encuentran ambas app. Y muchos, al ver el término Universal y que el clon es más barato que el original (0,89 €), se terminan decantando por la copia.
Barnegren, por supuesto, ha remitido el problema a Apple, que lo único que ha hecho es poner a ambos desarrolladores en contacto. No contento con aprovecharse del trabajo de los demás, el segundo desarrollador responde, no sabemos con qué argumentos, que su aplicación no es ninguna copia de la primera.
Al margen de la mayor o menor calidad de cada una de ellas y del perjuicio para el primer desarrollador, los usuarios también se ven afectados, puesto que muchas veces terminan comprando una aplicación que no es la que ellos pensaban.
Aquí sí que tendría que demostrar Apple un criterio claro.