Por fin la semana acaba y, como es habitual, en iPaderos lo hacemos con nuestro Domingo en el sofá, la sección donde podrás encontrar noticias que se salen de nuestra tónica habitual y, casi siempre, con una buena pizca de humor, curiosidades y entretenimiento.
En estos diez años de vida, Twitter ha sido el lugar donde millones de trending topics se creaban, miles de memes se compartían y, cómo no, uno de los medios más rápidos para enterarse de noticias de última hora. Con el paso de los años, los usuarios más jóvenes han ido dejándolo de lado para pasarse a Instagram y Snapchat, mientras que las masas han optado por Facebook, aunque no hay que negar que la red social del pajarito sigue estando a la orden del día.
Desde Hipertextual nos cuentan que en un principio se llamaba «Twttr», y la utilizaban los empleados de Odeo, empresa a la que pertenecía. Pero allá por 2007, Twitter alcanzaba el millón de usuarios, consiguiendo que los más «Geek» se abrieran cuenta en masa. Después fueron llegando el Hashtag, el Retweet (¡que al principio había que hacerlo a mano copiando el Tweet original!) y mientras, gracias a acontecimientos que iban ocurriendo, la gente iba expandiendo su experiencia en la red social. Te recomendamos que leas el artículo original de Hipertextual si quieres conocer en profundidad su historia.
Cambiando de tema, si me tocara un buen puñado de millones tendría claro que me gastaría una parte en coches a los que, ahora mismo, solo pueden acceder unos pocos privilegiados. Pero en estos casos siempre nos cegamos en el tener, y nos olvidamos de lo que cuesta mantenerlos. Aunque, ¿realmente es tan caro?
Desde DiarioMotor nos aclaran las dudas de lo que cuesta mantener uno de los superdeportivos más punteros en este momento, el Porsche 918 Spyder. Toda una obra de ingeniería con un motor V8 de gasolina y dos eléctricos que suman 887CV. Para flipar. Aunque la cifra que echa para atrás son los más de 180.000 dólares que cuesta sustituir su motor V8.
Hacer lo propio con la transmisión son unos 70.000 dólares, mientras que un parachoques trasero sube hasta los 25.000 dólares, más que comprarse un compacto bien equipado nuevo. Cada asiento vale 9.700 dólares, y cada disco de freno carbocerámico nos costará la friolera de 9.000 dólares, y lleva cuatro. Cifras estratosféricas que, en cualquier caso, dudo que algún día la mayoría de los que estamos leyendo esto nos tengamos que gastar, por suerte o por desgracia.
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