Sobre Steve Ballmer, CEO de Microsoft desde la retirada de Bill Gates, se podrán decir muchas cosas, pero nunca que genera indiferencia. Ya sea por sus animosas presentaciones ante los desarrolladores de la compañía o por su falta de visión ante productos como el iPhone o el iPad, lo cierto es que su forma de ser no deja indiferente a nadie.
Una de las últimas decisiones estratégicas de la compañía fue meterse de lleno en el sector de las tabletas, dominado de forma abrumadora por el iPad de Apple desde su lanzamiento en 2010. Microsoft lo hizo, además, utilizando hardware propio, algo poco común en la empresa (si exceptuamos la exitosa Xbox). Una decisión que no sentó nada bien a sus socios tecnológicos.
El caso es que Microsoft anunció dos tabletas, ambas denominadas Surface, pero con apellido diferente: RT para el modelo basado en arquitectura ARM y Pro para la versión Intel. Mientras las críticas a la segunda no han sido del todo malas (aunque no se trate del concepto habitual de tableta, sino algo más cercano a un portátil), el modelo RT ha sido un auténtico fracaso. Los últimos resultados fiscales en los que se pudo comprobar que la Surface RT había generado unas pérdidas de 900 millones de dólares no dejan lugar a la duda.
Así lo ha reconocido el propio Ballmer en una charla interna a los empleados de la compañía, donde admitió que se habían fabricado muchas más unidades de la RT de las que la compañía va a poder vender. De ahí la rebaja en 150€, en un último intento de quitarse el stock actual antes de que llegue la renovación del modelo.
Y todo esto, en medio de la campaña publicitaria en la que Microsoft sigue atacando al iPad frente a las virtudes de la Surface.
Vía: Cult of Mac