La historia de Apple, Samsung y Google es de lo más curiosa. Por un lado, Apple es uno de los mejores clientes de ambas empresas: Google gana 1.600 millones de dólares gracias a las búsquedas que se realizan en sus productos para iOS. De hecho, durante muchos años los ingresos que Google ha conseguido en iOS superaban con creces a los de Android, su propia plataforma. Por su parte, Samsung sigue siendo el fabricante de los procesadores de iPad y iPhone de modo que Apple es uno de sus más importantes clientes.
Pero no todo son buenas relaciones mercantiles. Google y Apple mantienen una encarnizada batalla comercial entre sus dos sistemas operativos móviles (iOS y Android) en smartphones, tabletas, coches… Y pocos habrán que no sepan de la dura competencia que la serie Galaxy de Samsung tiene en los iPad y iPhone de Apple. La pelea es tan feroz que ha llegado varias veces a los tribunales con demandas cruzadas por uso ilícito de patentes del adversario. Y precisamente de uno de estos juicios nos llega jugosa información nueva sobre lo que se mueve tras las bambalinas de estos gigantes de la electrónica.
Entre los muchos documentos confidenciales que están saliendo a la luz durante este juicio, hoy nos llegan dos de lo más curiosos. El primero de ellos es un mail de octubre de 2011 enviado por Dale Sohn, entonces presidente y CEO de Samsung América, a su director de marketing, en el que le dice lo siguiente:
Como has dicho anteriormente, no podemos presentar batalla a Apple directamente con nuestro marketing. Si la posición de Samsung sigue siendo evitar los ataques a Apple, debido a su estatus de gran cliente, ¿podemos ir a Google para pedirles que lancen una campaña contra Apple en el cuarto trimestre, basándose en los muchos productos Android mejores que hay disponibles en el mercado?
Curiosa técnica de guerrillas, enviar a otro a realizar el trabajo sucio, mientras salvas la cara (al menos formalmente) frente al cliente que no quieres perder. Parece que en los últimos tiempo Samsung ha cambiado de estrategia y opta por mofarse directamente de Apple en sus anuncios.
El segundo documento es otro mail de Sohn, de junio de 2012, en el que comparte su temor por el impacto que tendría el lanzamiento del iPhone 5 es sus ventas:
Como sabes, habrá un tsunami cuando llegue el iPhone 5. Lo cual ocurrirá alrededor de septiembre u octubre
A lo que añadía:
Siguiendo las directrices del CEO, tenemos que establecer un plan de respuesta para neutralizar este tsunami
Al margen de lo llamativo de las declaraciones internas (seguro que en las oficinas de Apple y Google también hay miles de comentarios sobre la competencia) está claro que estos juicios airean muchos trapos sucios de las compañías que litigan. Ya en los últimos días hemos leído sobre los miedos de Apple ante la creciente competencia en móviles baratos de pantalla grande. Y de Samsung también han salido cosas poco bonitas, como sus mentiras sobre el número de tabletas vendidas en 2011.
Ambas compañías deberían plantearse si estos juicios realmente merecen la pena o no. Mientras se alcanza un veredicto, los abogados sacan a la luz todas las miserias de su adversario, al más puro estilo de una serie de abogados estadounidense. El último macrojuicio entre las compañías, hace dos años, terminó con la compañía surcoreana condenada a pagar cerca de 1000 millones, que por cierto aún no ha pagado. Una minucia comparada con los 160.000 millones que Apple tiene en el banco. ¿Merece la pena arriesgar la imagen de tu marca por esas cantidades? ¿De verdad es imposible que empresas que comercian miles de millones entre sí alcancen un acuerdo para evitar esta pública ignominia?
Vía: The Verge
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