InicioCompetenciaNo sólo Apple LXVI: ¿Microsoft quiere ser la nueva Apple?

No sólo Apple LXVI: ¿Microsoft quiere ser la nueva Apple?

Steve Jobs dijo durante la presentación del primer iPhone (que por cierto, el modelo original fue lanzado hace 10 años el pasado día 29 de junio) lo siguiente: «People who are really serious about software should make their own hardware» (Los que hacen buen software deberían hacer su propio hardware). ¿Puede ser que Microsoft quiera, de alguna manera, ser la nueva Apple creando ya de una vez su propio hardware para su software, pero como estrategia «de verdad» para el futuro?

Los señores de la revista Time están bastante convencidos de ello. Los nuevos Surface y las Hololens (esas gafas de realidad virtual que en realidad nadie tiene todavía) serían los retos con los que los de Redmond estarían intentando remontar el vuelo haciendo lo que Apple siempre ha hecho con maestría. Porque una cosa no se nos tiene que escapar nunca de la vista: Apple nunca ha sido una empresa de ordenadores; siempre fueron una empresa de software que montaba sus programas en sus propios ordenadores, o teléfonos, o tablets, o… Evidentemente, Microsoft se dio cuenta de esto en algún momento, y llevan al menos desde 2012 intentando emular a su antagonista de toda la vida de Silicon Valley, aunque hasta ahora sin mucho éxito.

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Después del mogollón de Nokia y de su fracasada apuesta por las apps universales (cosa que, no nos engañemos, era una pieza clave para el desarrollo de su estrategia) Microsoft ahora va a la deriva. Lo único que le está funcionando bien de verdad es la nube, cosa lógica porque es el avance tecnológico de moda y ellos ya partían en situación de ventaja gracias a la enorme infraestructura que llevan montando desde los noventa. Si eso también les hubiera salido mal ya sería para, como decimos en mi tierra, para cogerlos y degollarlos. Pero el hecho es que Microsoft es una empresa que dentro de sus éxitos evidentes (sobre todo en el pasado), siempre han dependido de la imagen que proyectaban.

Surface Laptop y Surface Studio. Son las dos nuevas apuestas de hardware de la multinacional de la ventana. Los equivalentes al MacBook Pro y al iMac respectivamente son los intentos de los de Nadella por ponerse a la altura del gigante de la manzana. No sé si es una buena idea o no, o si es demasiado tarde o les sale todo bien. A estas alturas de la película, estos movimientos parecen «huidas hacia adelante», a la desesperada, un intento de emular el éxito de sus «viejos enemigos», pero con un problema que ellos no parecen querer comprender: la gente no quiere usar Windows. Sé que me pongo pesado con esto pero es la pura verdad. Se usa Windows (hablo de la informática de consumo, obviamente) porque, por decirlo claro, no queda otra. Esto es, en mi opinión, lo que ha provocado que hasta ahora la Surface o los Lumia no hayan alcanzado ningún éxito. La gente no quiere ver Windows ni en pintura, y en las oficinas hoy día se soporta porque es el estándar único.

De las Hololens ni hablo, porque de momento son ciencia ficción. El verdadero meollo de la cuestión es «¿Quo vadis, Microsoft?» ¿Cuál es el objetivo real de la empresa en estos momentos? Más allá de la nube, que es un negocio seguro, Microsoft tiene ahora mismo un futuro incierto por delante. Mi opinión es que todo va a ir en esa dirección. Van a ir descartando casi todo lo demás (Office ya sólo existe en la nube, aunque de momento mantienen una versión de escritorio para los que recelan) y todos sus esfuerzos van a ir a los servicios en la red, orientado todos sus objetivos a ir creando una nube de servicios (SaaS: software como servicio), y entiendo que para eso tiene que ir independizándose de sus distribuidores, a los que ya les ha hecho varias «caiditas» y que no están nada contentos con como están evolucionando las cosas. Puede ser que, como ocurrió con Compaq en los ochenta, nos encontremos en la antesala de una nueva ruptura del mercado con todavía impredecibles consecuencias.

Actualización: Microsoft va a montar un ERE de los memorables, según Marketing Directo. Sería una reestructuración totalmente lógica de la compañía, sobre todo el aspecto de ventas, y que seguramente afectará a las relaciones con los proveedores. Como indicaba en el artículo, lo más probable es que Microsoft quiera empezar a desentenderse de los distribuidores como HP o Dell y centrarse en su producción propia, a lo Apple. Ya veremos en qué acaba esto…

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