Dicen que el primer paso para solucionar un problema es admitir que lo tienes. Nintendo, a su manera, lo ha hecho. Como segundo paso podríamos poner la identificación del origen, qué es lo que hace que tengamos ese problema. Y es ahí, precisamente, donde la compañía nipona no parece tenerlo muy claro.
Después de una semana pasada llena de rumores y mensajes contradictorios, Satoru Iwata, máximo responsable de la compañía, ha afirmado en una reunión con los accionistas de la empresa que la culpa de su situación actual la tienen los juegos gratuitos (un apartado en el que también incluye los de tipo freemium, gratuitos inicialmente pero con compras posteriores).
Esta estrategia de precios permite que el acceso a los juegos por parte de los usuarios sea más rápido (no se tienen que plantear si lo compran o no por lo caro que les pueda resultar; es gratis, no pierden nada si el juego no les gusta). Sin embargo, los juegos de Nintendo solo se pueden utilizar en sus consolas, lo que obliga al usuario a, primero, tener que comprar la consola y, segundo, pagar por el juego. Iwata anuncia que a medio plazo tendrán una solución que mejore la forma en la que venden sus juegos.
El CEO de Nintendo afirma que hace dos años mucha gente les pedía que desarrollasen juegos gratuitos y que ahora ya nadie lo hace, lo que le lleva a pensar que quienes reclaman ahora una transición hacia plataformas móviles, dejarán de hacerlo en dos o tres años. No parece, desde luego, una actitud muy abierta hacia el exterior, pero tampoco es algo que deba sorprender. Nintendo siempre se ha mantenido fiel a su estrategia. El problema es que, hasta ahora, le había dado buenos resultados.
En definitiva, nada nuevo en la estrategia de la compañía, que sigue empeñada en su oferta cerrada: consola más juegos exclusivos. Habrá que ver si, pasado esos dos o tres años necesarios para que, supuestamente, cesen las peticiones de conversión de estos juegos a plataformas móviles, la compañía ha conseguido reconducir la situación. Y, si no es así, todavía está a tiempo de hacerlo.
Vía: Gizmodo en español
